Con los retos y limitaciones a los que nos enfrentamos a raíz de esta contingencia del COVID-19, es muy probable que el estrés y las preocupaciones puedan generarnos estados de ansiedad o frustración.
Por ello, una de las mejores herramientas que tenemos es la inteligencia emocional.
Aquí tienes 5 tips para desarrollarla durante esta cuarentena:
(Si aún no sabes qué es la inteligencia emocional, te sugerimos que leas este artículo donde explicamos qué es y para qué sirve).
1. Desarrolla tu metahumor
La inteligencia emocional comienza con la autoconciencia. En estos días, obsérvate: qué piensas, qué sientes, cómo reaccionas.
Puedes convertirte en un observador de ti mismo. A esta capacidad la llamamos metahumor (salirte de ti para observarte).
Para desarrollarla, practica a lo largo del día imaginar que te ves desde afuera y percibes qué le está pasando a ese que ves (qué piensa, qué siente, qué reacciones está teniendo).
Mientras más desarrolles tu metahumor, más fácil para ti será hacerte consciente de ti mismo.
2. Obsérvate en los demás
Los demás siempre nos muestran algo de nosotros mismos, especialmente la familia, porque inconscientemente aprendemos a ser como nuestros padres (y así también nuestros hermanos.)
También solemos elegir parejas y amigos que compartan nuestros valores y creencias, por lo que siempre hay patrones de comportamiento compartidos en nuestros círculos sociales.
Ellos son nuestro mejor espejo.
Ahora que probablemente pasarás mucho tiempo con tu pareja o tu familia, haz el ejercicio de preguntarte qué de eso que te molesta o te estresa de ellos tienes tú.
¡Cuidado! Siempre es difícil vernos reflejados en los demás, porque tendemos a creer que nosotros no somos así.
Pero si somos muy honestos, podremos percibir que eso que el otro hace, a mi manera, yo también lo hago. Cada que te molestes con alguien, tómalo como una oportunidad de descubrir algo de ti.
3. Practica la escucha activa
Escuchar activamente consiste en escuchar para entender, no para responder. Suena fácil, pero en la práctica no es para nada común.
¿Cómo reconoces que estás escuchando activamente? Porque pusiste tanta atención que eres capaz de repetir lo que el otro acaba de decir, incluso usando sus propias palabras.
Para practicar la escucha activa, agenda espacios de conversación con tu familia, sobre lo que piensan, sienten y viven y ponte el objetivo de escuchar sin interrumpir, aconsejar, resolver o invalidar.
También practica repetir lo que te dicen para asegurarte de que entendiste. Esto te ayudará a crecer en empatía y a mejorar la calidad de tu comunicación.
4. Amplía tu vocabulario emocional
No es fácil escuchar esto, pero es cierto: somos analfabetos emocionales.
¿Qué solemos responder cuando alguien nos pregunta «¿cómo estás?», «bien, mal», eso es todo. ¿Cada cuánto preguntamos «¿cómo te sientes?» a los demás?
Algo clave para desarrollar tu inteligencia emocional es empezar a reconocer y describir tus emociones y empezar a integrarlas en tus conversaciones habituales.
Para ampliar tu vocabulario, te sugerimos buscar una lista de emociones y escribir momentos de tu vida en los que identifiques que has sentido cada emoción de la lista.
Después, practica en tus conversaciones hablar de tus sentimientos, usando la mayor variedad posible.
Habla en primera persona (yo pienso, yo siento, yo percibo) y evita el “estoy bien” o “estoy mal”.
5. Practica la presencia
La presencia es la capacidad de estar en el momento presente, así sin más. Es decir, que tu mente no divague entre pendientes, pensamientos y juicios.
La función de la mente es percibir la realidad y ordenarla para que tenga sentido, pero en esta vida moderna y sin riesgos, nos acostumbramos a estar pensando en muchas cosas, sin poner atención a lo que sucede.
La presencia es tener una mente callada, atenta, como cuando escuchamos un ruido en medio de la noche y ponemos atención para entender qué está pasando.
¿Y qué tiene que ver con la inteligencia emocional? Todo.
Practicar la presencia te ayuda a observarte, a entender al otro, a reaccionar con más calma, a tomar mejores decisiones.
Pero toma tiempo desarrollarla, así que aprovecha esta cuarentena para hacer este ejercicio:
Dedica un tiempo al día a hacer algo que disfrutes concentrándote en hacerlo lo más lento y consciente que puedas. Observa y siente cada movimiento, cada sensación.
Esta práctica te permitirá acostumbrar a tu mente a centrarse en el presente y, además, puede ayudarte a relajarte y aliviar el estrés.
¿Qué te parecen estos tips? ¿Conoces otras formas de desarrollar tu inteligencia emocional?
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