A finales de febrero, Emilio y yo nos juntamos a platicar. Yo venía de vivir un año en Los Cabos, BCS, trabajando como mayordomo en un hotel. Lo había decidido así como una forma de aprender de servicio y una forma de fortalecerme. Sin embargo, había sido muy retador dedicarme a algo que sentía tan alejado de mi vocación, y regresé decidido a no hacer otra cosa más que aquello que me apasiona y le da sentido a mi vida: ayudar a la gente a convertirse en la mejor versión de sí mismos.
Le conté que quería dedicarme a organizar a e impartir talleres de desarrollo humano, que creía en la educación como la única forma de transformar de raíz nuestra realidad, que quería comenzar un nuevo proyecto y dedicarme al 100% a esto que amo. Emilio me miró y me dijo: “Amigo, había estado queriendo sumarme a unproyecto como estos desde hace mucho tiempo. Estamos en el mismo canal. Trabajemos juntos.”
Emilio, siendo ingeniero, se dedicó a su carrera durante un tiempo. Luego exploró por otros lados, pero sobre todo, temas de emprendimiento, innovación y desarrollo de proyectos. En ese proceso, comenzó a organizar y coordinar eventos de educación. Y terminó llegando a AIESEC, un proyecto social juvenil en donde descubrió que esto era lo que realmente quería para su vida.
Nos dimos permiso de comenzar este proyecto, que llamamos Kintesens. Es nuestro primer paso para comenzar a transformar la educación en México y nuestra realidad colectiva. Hoy, dos meses después de haber comenzado formalmente, tenemos muchas ideas para compartir con el mundo lo que hacemos y en lo que creemos.
Uno de ellos es este blog, donde contaremos historias y compartiremos ideas y conceptos que han cambiado nuestra vida, esperando que esa semillita que algún día se sembró en nosotros, pueda llegar a más almas, que, gracias a la magia de la sincronía, también lo necesiten para dar un paso más en ese viaje de regreso a sí mismos.
Para nosotros, lo de hoy son las habilidades colectivas: co-crear, colaborar, compartir. Compartir es lo de hoy, y creemos que todos tenemos algo que compartir. Por eso, otra de las cosas que se nos ocurrió y que ya comenzamos a hacer, es darle el espacio a las personas para que nos compartan un poco de lo que han aprendido. Lo llamamos “Un minuto de sabiduría”, y estaremos creando videos en donde seres humanos, sin importar su género, edad, profesión, o lugar de nacimiento nos compartirán un mensaje que ellos consideren que puede impactar a los demás.
Todos los videos los estaremos compartiendo por Facebook y los subiremos también a nuestro canal de YouTube. Si quieres compartir un mensaje con el mundo, escríbenos y con mucho gusto nos ponemos de acuerdo para grabarlo contigo.
Ojalá que disfruten estos videos y estas historias tanto como nosotros disfrutamos recopilarlas para ustedes.
¡Un abrazo enorme!
Felicidades compadre y a mi tzen tzey… exito… mucho exito para ustedes .. los quiero un chingo morros… nos vemos en el camino … abrazos enormes.